NUESTRAS CREENCIAS

Creemos que Jesús fue concebido por el Espíritu Santo en una manera milagrosa, nacido de Maria, una virgen, como ningún otro hombre ha nacido de ninguna otra mujer. Creemos que Jesús es ambos, el hijo de Dios y Dios el Hijo. (Genesis 3:15; Isaías 7:14; Mateo 1:18-25; Lucas 1:35; Juan 1:14). Creemos que la salvación de los pecadores es iniciada divinamente y absolutamente por la gracia a través de la obra mediadora de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien enviado por el Padre, voluntariamente tomo en si mismo nuestra naturaleza, aunque sin pecado, y honro la ley divina por Su obediencia personal, calificando así para ser nuestro Salvador; que por el derramamiento de Su sangre en Su muerte El satisfizo totalmente las demandas justas de un Dios Santo y Justo con respecto al pecado (Juan 3:16; Mateo 18:11). Creemos en la resurrección corporal de Cristo y en Su ascensión al cielo, donde El ahora está sentado a la derecha del Padre, como nuestro Sumo Sacerdote, intercediendo por nosotros (Mateo 28:6-7; Lucas 24:39; Juan 20:27; 1Corintios 15:4; Marcos 16:6; Lucas 24:2-6; Hechos 1:9-11; Apocalipsis 3:21; Hebreos 8:6; Hebreos 12:2; Hebreos 7:25; 1 Juan 2:1; Hebreos 2:17; 5:9-10).

Creemos que el Espíritu Santo es una persona divina igual a Dios el Padre y Dios el Hijo, y de la misma naturaleza; que El sella, guía, enseña, dota, testifica, santifica y ayuda al creyente. Creemos que El Espíritu Santo viene a nuestras vidas en la experiencia de la Salvación. Creemos que el Bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia espiritual diferente a la salvación y posterior al nuevo nacimiento en Cristo (Hechos 8:12-17; Hechos 19:1-6 ; Juan 14: 16-17; Mateo 28:19; Hebreos 9: 14; Lucas 1:35; Genesis 1:1-3; Juan 16:8-11; Hechos 5:30-32; Juan 3:5-7; Efesios 1:13; Marcos 1:8; Hechos 11:16; Romanos 8:14, 16, 26, 27)

Creemos en la autoridad y suficiencia de la Santa Biblia, consistiendo en 66 libros del Antiguo y Nuevo Testamento, según originalmente escritos; que fue verbal y plenamente inspirada y es producto de hombres controlados por el Espíritu Santo, por lo tanto, infalible y sin error en todos los asuntos que trata. Creemos que la Biblia es la regla verdadera y suprema por la cual toda conducta, credo y opinión humana será medida (2 Timoteo 3:16-17; 2Pedro 1:19-21).

Creemos que el hombre fue directa e inmediatamente creado por Dios a su imagen y semejanza, hecho varón y mujer. Creemos que El hombre fue creado libre de pecado, con una naturaleza racional, con inteligencia, voluntad, emociones, determinación personal y responsabilidad moral para con Dios (Génesis 2:7,15-25; Santiago 3:9). Creemos que el propósito de Dios al crear al hombre fue que el hombre glorificara a Dios, disfrutara de la comunión con Dios, viviera su vida en la voluntad de Dios, y de esta manera cumpliera el propósito de Dios para el hombre en el mundo (Isaías 43:7; Colosenses 1:16; Apocalipsis 4:11). Creemos que el hombre perdió su inocencia en el pecado de desobediencia de Adán a la voluntad revelada de Dios y al mandamiento de Dios. Creemos que cuando el hombre, incurrió en la pena de muerte espiritual y física; se volvió sujeto a la ira de Dios, y se volvió inherentemente corrupto y totalmente incapaz de escoger o hacer aquello que es aceptable a Dios fuera de la gracia divina. Sin poder alguno para tener la capacidad en sí mismo de restauración, el hombre está perdido sin esperanza alguna. Por lo tanto la salvación es en su totalidad la obra de la gracia de Dios por medio de la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo (Génesis 2:16-17; 3:1-19; Juan 3:36; Romanos 3:23; 6:23; 1 Corintios 2:14; Efesios 2:1-3; 1 Timoteo 2:13-14; 1 Juan 1:8)

Creemos que la salvación es un regalo gratuito de Dios, es provisto por gracia solamente, por fe solamente, por Cristo solamente y para gloria de Dios solamente. Creemos que la salvación es totalmente de Dios basada en la redención de Jesucristo, en el mérito de su sangre derramada y no está basada en méritos humanos u obras (Juan 1:12; Efesios 1:7; 2:8-10; 1 Pedro 1:18-19). Todo aquel que se torna de sus pecados en arrepentimiento y busca a Cristo y su muerte sustitutoria, recibe el don de la vida eterna y es declarado justo por Dios gratuitamente.

Creemos que la Palabra de Dios enseña que todos los redimidos, una vez que han sido salvos, son guardados por el poder de Dios, y de esta manera están seguros en Cristo para siempre (Juan 5:24; 6:37- 40; 10:27-30; Romanos 5:9-10; 8:1,31-39; 1 Corintios 1:4-8; Efesios 4:30; Hebreos 7:25; 13:5; 1 Pedro 1:5; Judas 24). Creemos que es un privilegio de los creyentes gozarse en la certidumbre de su salvación por medio del testimonio que le da la Palabra de Dios, el cual, no obstante, claramente nos prohíbe el uso de la libertad cristiana como una ocasión para vivir en pecado y carnalidad y no indica que la perseverancia no incluye una intención y dedicación consciente de nuestra parte (Romanos 6:15-22; Gálatas 5:13,25-26; Tito 2:11- 14; Filipenses 2:12-13).

Creemos que las personas fueron creadas para vivir eternamente. Nosotros existiremos o eternamente separados de Dios por el pecado o viviremos eternamente con Dios a través del perdón y la salvación. Creemos que vivir eternamente separado de Dios es el Infierno. Vivir eternamente en unión con Dios es Vida Eterna. El Cielo y el Infierno son lugares reales de existencia eterna. Creemos en la segunda venida del Señor Jesucristo física y en persona. Creemos en la resurrección de los santos, el milenio y el juicio final. El estado eterno, tanto de los santos como de los no creyentes se determinará en el juicio final, de acuerdo a su relación con Jesucristo. Afirmamos con la Biblia, el establecimiento final de los nuevos cielos y la nueva tierra. ( 1 Tesalonisenses 4:13-18; 5; 2 Pedro 3:1; Apocalipsis 19; 20; 21; 22; Mateo 24)

El Bautismo es un acto de obediencia muy importante. Es la expectativa bíblica para el creyente en Jesucristo el ser sumergido en agua en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. El bautismo simboliza nuestra muerte, sepultura, y resurrección con Cristo. Es un pre-requisito para gozar de los privilegios de la membresía de la iglesia y para ser partícipes de la Cena del Señor. Nos gustaría ayudarte a experimentar el bautismo del creyente, como lo enseña la Biblia. Lucas 9:23; Juan 15:7-8; Mateo 6:33; 1 Tesalonicenses 4:3; Juan 13:34-35; Hechos 1:8; Mateo 5:16